jueves, 23 de noviembre de 2017

Segundas partes no fueron buenas... o tal vez sí

Aunque en el título da a entender que de lo que vamos a hablar hoy es de una secuela, realmente de lo que vamos a hablar hoy es de un remake recién estrenado, y ese es el de It (Parte I). 


Para los que no lo conozcáis, It es una novela publicada en 1986 por el maestro Stephen King, que a los cuatro años siguientes se adaptó en una miniserie. Hoy día pudimos disfrutarla de nuevo en la gran pantalla.

Si hay algo que el público aficionado al género de terror echaba en falta, era esa esencia del terror de los años 90, que jugaba con el miedo psicológico que recorría por el cuerpo del espectador al ver ese tipo de películas, y por qué no decirlo, también de series, ¿cuántos de vosotros no os habéis ido a la cama arropados con la manta hasta los ojos después de ver episodios en Canal Sur de la serie de Pesadillas?


Lo que parecía haberse convertido en moda en los últimos años, que era el meter constantemente sustos en una película, por fin llega la película de It y nos demuestra que se puede hacer una excelentísima película de terror sin estar atosigando al espectador con sustos a cada rato, y jugando con ese factor psicológico del que hemos mencionado.


La escena que aterrorizó al mismísimo Stephen King...

Si bien es cierto que a un público específico no le ha llegado a impactar esta película, esto se debe más bien a que este conjunto de personas pertenezca a otra época como la actual, pues recordemos que esta adaptación está hecha para saborear aquel terror que añoran algunos que vivieron los años 90, y ésta ha servido para traernos además un jugo de nostalgia para dar justo en el corazón a más de uno. 

Pero si hay que quedarse con algo, es que esta obra no va a ser olvidada fácilmente, sólo basta con ver su recaudación que habla por sí sola.

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